Tiara ha sido una excusa, un impulso tal vez, para iniciar juntos un recorrido hacia adentro en el intento de vernos y expresarnos desde las imágenes de nuestro territorio.
El interés común por la fotografía y por la formación nos une como grupo y es así como en el transitar por pueblos, caseríos, cementerios y caminos detonan nuevas búsquedas personales y estéticas que abordamos con la metodología de la discusión, el diálogo y la creación. Recuperamos el tiempo de la tertulia, la lectura, la conversación y un trabajo de campo desde el disfrute del encuentro humano. Desde el goce de cada reunión, de cada comida compartida vamos construyendo un grupo de trabajo que crece con la critica y el intercambio.